“La mente es como un paracaídas -dijo Albert Einstein-, sólo funciona si se abre”. La cuestión es dónde hay que pulsar o de dónde hay que tirar para que se abra y en eso tienen mucho que decir los estilos de aprendizaje. No existe una única forma de aprender y la que se activa en cada uno de nosotros tiene mucho que ver con sus habilidades cognitivas. Un trabajo de Iseazy explica cuáles son los diferentes estilos de aprendizaje y cómo hay que adaptar los formatos y los contenidos formativos online para que desplieguen todo su potencial de adquisición de conocimiento.
Según el método VARK (visual, auditivo, lectura/escritura y kinestésico) de Flemming y Mills, hay hasta 4 modalidades de aprendizaje diferentes que las personas pueden utilizar de manera independiente o combinada. Todos tienen como objetivo último hacer entendibles los conocimientos a transmitir, pero cada uno se basa en un sentido distinto:
Aprendizaje visual: ver y observar. El aprendizaje visual no consiste en proporcionar un cúmulo de imágenes, presentaciones, videos o películas sin más, ya que lo que el alumno necesita son representaciones visuales que le expliquen la relación entre los diferentes conceptos. Es más eficaz proporcionarles elementos visuales específicos que transformen las palabras en información fácil de seguir, como mapas, cuadros, gráficos y diagramas de flujo con secuencias lógicas que el alumno pueda seguir a través de símbolos y jerarquías.
→ ¿Cómo darle feedback al alumno visual? Con información clara, concisa y organizada, enfatizando los puntos principales con recursos visuales como gráficos, tablas, diagramas o capturas de pantalla que incluyan elementos resaltados como colores, símbolos e iconos.
Aprendizaje auditivo: escuchar y oír. También conocido como aprendizaje aural, es la modalidad preferida por el alumno que prefiere escuchar y hablar. Dado que tienden a querer ordenar sus pensamientos hablando y haciendo preguntas, también retienen mejor el conocimiento a través de discusiones grupales, audios, podcasts e incluso usando sus teléfonos inteligentes para consumir y comprender contenido.
→ ¿Cómo dar feedback al alumno auditivo? Mejor verbalmente, de manera conversacional y expresiva, utilizando ejemplos e historias. Incluso se puede recurrir a audios para dar una retroalimentación más continuada, y a los chats y los foros para recopilar información.
Aprendizaje kinestésico: hacer y mover. Los alumnos kinestésicos tienden a comprender la información a través de sus cinco sentidos, lo que significa que aprenden a través de las experiencias y la práctica. Por eso a mejor estrategia con ellos es el Learning by doing con demostraciones, simulaciones y vídeos de casos reales, así como con ejercicios donde puedan poner en práctica lo aprendido.
→ ¿Cómo darle feedback al alumno kinestésico? Utilizando apps para que la comunicación sea práctica, experiencial, interactiva, motivadora e instantánea.
Aprendizaje lector/escritor: lectura y escritura. Es el estilo de los alumnos que retienen mejor la información cuando ésta se muestra con palabras escritas. Los formatos de contenido que mejor funcionan para ellos son las presentaciones de PowerPoint, artículos, manuales escritos e informes de las que puedan aprender extrayendo notas.
→ ¿Cómo darle feedback al alumno lector? Con comentarios detallados, precisos y lógicos, con datos y referencias que los respalden, e incluyendo pautas claras con instrucciones, recomendaciones o pasos a seguir para progresar o mejorar en el proceso de aprendizaje.
Otros estilos de aprendizaje
Además de los sentidos, el aprendizaje también es permeable a las habilidades cognitivas de cada persona y eso perfila tres nuevos tipos de alumnos:
- Alumnos lógicos/analíticos: pensamiento y razonamiento. Decodifican e internalizan la información a través de la resolución de problemas. Tienden a buscar conexiones, causas o patrones y se guían por los resultados y por ello, para motivarlos, hay que estimularlos a través de cursos interactivos que incluyan ejercicios, como las escenas enlazadas, que requieren interpretación para poder encontrar una solución a través de hechos, razonamientos y resultados finales.
- Alumnos sociales/lingüísticos: interacción y comunicación. Prefieren un entorno más interactivo donde puedan socializar y aprender de sus compañeros, así como participar en actividades. Por eso se “enganchan” a los canales de comunicación abiertos, como foros y chats donde puedan intercambiar ideas y aprender a través de discusiones grupales.
- Alumnos solitarios: independientes y reflexivos.También conocidos como alumnos en solitario o intrapersonales, prefieren aprender por su cuenta, son muy independientes y les gusta trabajar individualmente en lugar de hacerlo en grupo. La mejor opción para ellos son los recursos que puedan seguir por su cuenta, como itinerarios de e-learning, enlaces a e-books, vídeos y sitios web externos donde encuentren información y estudien por sí mismos.
- Los procesos cognitivos que intervienen en la recuperación de la memoria de trabajo y de la memoria a largo plazo, así como en la atención y el seguimiento metacognitivo. Son esenciales para vincular los conocimientos pasados con la nueva información a través de nuestra memoria de trabajo y a largo plazo, construyendo una base para el pensamiento crítico y las habilidades de comprensión. Y también permiten a los alumnos recordar información, analizar sonidos e imágenes, comparar, contrastar e interpretar datos.
- Los factores emocionales que pueden potenciar el aprendizaje o inhibirlo según sean positivos o negativos. Las emociones positivas como la curiosidad, la pasión, la creatividad o el compromiso activan el sistema de recompensas del cerebro y facilita que el alumno mantenga la atención, responda a los desafíos y busque soluciones. Mientras que las emociones negativas como el estrés, la ansiedad, el desinterés, la preocupación o el miedo, pueden disminuir la motivación y bloquear los procesos de aprendizaje.
